T Depresivo

En los niños, la depresión tiene gran impacto sobre el crecimiento y el desarrollo personal, el rendimiento escolar y las relaciones familiares e interpersonales. La depresión mayor es uno de los principales factores de riesgo de suicidio en los niños y adolescentes, por tanto hemos de preguntar siempre por ideación suicida o deseos de muerte tanto al paciente como a sus familiares.

Los trastornos depresivos afectan a personas de cualquier edad, condición económica y nivel cultural y suponen un gran coste para el individuo, la familia, el sistema sanitario y la comunidad en general. Dadas las peculiaridades de la depresión en la infancia, es importante disponer de profesionales en atención primaria y en salud mental infanto-juvenil que tengan formación y experiencia en el manejo del trastorno en estas edades, así como contar con los recursos necesarios para su diagnóstico y tratamiento. Según los datos proporcionados por la Encuesta Nacional de Salud (2006), la prevalencia del trastorno depresivo mayor (TDM) se estima del 1,8% en niños de 9 años, del 2,3% en adolescentes de 13 y 14 años, y del 3,4% en jóvenes de 18 años. Antes de la pubertad, la prevalencia de depresión no difiere según sexo Aunque el dato está aún por confirmar, se cree que con cada generación aumenta el riesgo de presentar un trastorno depresivo a una edad cada vez más temprana (anticipación genética).

Los síntomas están marcados por la edad del niño y pueden agruparse según su desarrollo evolutivo. En la primera infancia, la irritabilidad constituye el rasgo característico de la depresión. En niños con depresión mayor leve y ausencia de factores de riesgo, ideas/ conductas auto lesivas y comorbilidades, el pediatra podrá dejar pasar un período de 2 semanas de observación y seguimiento de la evolución. En este período se proporcionará apoyo activo al niño y su familia, facilitando pautas de vida saludable, psicoeducativas o de manejo de situaciones. Si tras este período persisten los síntomas depresivos, se recomienda derivar al paciente a atención especializada (AE). En la AE, el tratamiento de elección del TDM leve será una terapia psicológica durante un período de 8 a 12 semanas. Las modalidades de psicoterapia recomendadas son la terapia cognitivo/conductual, la terapia familiar o la terapia interpersonal. En los casos de depresión moderada o grave se recomienda terapia combinada (psicológica y farmacológica).



Recuperado de: http://www.apcontinuada.com/es/trastornos-depresivos-ninos-adolescentes/articulo/90371052/





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